miércoles, 19 de marzo de 2014

A MI EDAD....


A MI EDAD
Conté mis años y descubrí que tengo menos tiempo para vivir de aquí en adelante, que el tiempo que he vivido hasta ahora.


A MI EDAD
Me siento como aquel joven que tuvo por primero vez una caja de bombones y descubrió que la tenía; los primeros se los comió sin importarle nada, pero cuando se dio cuenta que le quedaban pocos, comenzó a comerlos lentamente y a disfrutarlos cada vez más.


A MI EDAD
Ya no tengo tiempo para lidiar con mediocridades, no quiero estar en reuniones en donde desfilan egos inflados, me caen mal los oportunistas, los mentirosos y los que hacen alarde de lo poco que saben.
No tolero a los envidiosos que tratan de desacreditar a los más capaces para apropiarse de sus lugares, talentos y logros.


A MI EDAD
Ya no tengo tiempo para proyectos megalomaniacos, tratare de no participar en eventos y reuniones que ofrezcan beneficios y oportunidades engañosas y hechas a la conveniencia de quienes tienen el poder.


A MI EDAD
Ya no tengo tiempo para reuniones interminables en donde se discuten normas, estatutos, procedimientos y políticas, sabiendo que no se va a lograr nada.


A MI EDAD
Ya no tengo tiempo de soportar estupideces de personas que, a pesar de su edad cronológica son unos inmaduros.

A MI EDAD
No quiero ver las agujas del reloj avanzando en reuniones de “aclaración” donde solo “ponemos sobre la mesa” las opiniones de los que ahí se encuentran y al final se hace lo que quieren los poderosos

A MI EDAD
Me molesta ser testigo de los defectos que genera la lucha por el “majestuoso” cargo de director; eso me recuerda a Mario de Andrade quien dijo “Las personas no discuten los contenidos, solo sus títulos” queriendo demostrar quien tiene el título más honorario para sobresalir ante los demás.
Mi tiempo es escaso para discutir títulos, quiero la esencia, lo realmente importante ¡¡¡¡ Ya mi alma tiene prisa!!!!

A MI EDAD
Ya sin muchos bombones en la caja, quiero vivir al lado de gente humana, que sepa reír de sus errores y sus fracasos, que no se envanezca de sus triunfos, que no se considere electa antes de tiempo, que no huya de sus responsabilidades, que respete los fracasos y equivocaciones de los demás, que no porque tiene el poder sobaje y humille a los demás, que defienda la dignidad de los menos favorecidos.


A MI EDAD
Deseo caminar junto a cosas y personas de verdad, disfrutar de la familia porque disfrutar de un afecto absoluto sin conveniencias nunca será una pérdida de tiempo, porque lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena.


A MI EDAD
Quiero rodearme de gente que sepa tocar el corazón de las personas sin pensar que eso dará realce a su imagen, sino porque realmente tiene ese sentimiento de ayudar sin importarle si va a recibir algo a cambio, gente a quien los golpes de la vida les enseño a crecer con toques suaves en el alma y no gente que quiera desquitarse de lo que en la vida lo ha golpeado.


A MI EDAD
Si… tengo prisa por vivir con la intensidad que solo la madurez puede dar, pretendo no desperdiciar ninguno de los bombones que me quedan… porque estoy seguro que serán más exquisitos que los que hasta ahora he comido.

Mi meta es llegar al final satisfecho y en paz con dios, de saber que hice lo que pude hacer y que ayude a quienes pude ayudar sin importar quienes hayan sido.

A MI EDAD
Quiero preguntarte a ti ¿Sabes cuál es tu meta para saborear estos bombones que te quedan?; porque a la luz del corto periodo de vida que se nos concede, debemos buscar tiempo para vivir, disfrutar y ser felices, de convivir con nuestra familias y seres queridos, con nuestros amigos, y disfrutar de lo que hacemos, y de hacer lo que queremos hacer, porque al final, cuando la caja se quede vacìa y los bombones se hayan acabado no nos quedemos con la sensación de que vivimos la vida que otros quisieron que viviéramos, porque así lo mando la sociedad o así lo quiso tu esposa o tus padres, o tu jefe.
 Vive la vida que tú quieres siempre dentro de los límites de lo correcto.


PIENSALO

Cada bombón que pasa por tus manos es un paso más al final de las delicias que en él se encuentran.

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