martes, 7 de febrero de 2012

Como ya os habia dicho en la introduccion del blog, quiero que tenga un poco de todo, por eso hoy toca un poco de "SALUD QUIDADO DE LOS PIES".

Guía para pies saludables

Si tiene diabetes, neuropatía o mala circulación, cuidarlos adecuadamente disminuye el riesgo de una amputación. 

Por Mildred Rivera Marrero mrivera1@elnuevodia.com
Un “pedicure” no es la única manera de cuidar los pies. De hecho, podría ser la menos importante para personas mayores que padecen diabetes o problemas de circulación, entre otros. No cuidarlos adecuadamente podría conllevar una amputación.   
Hay que tomar precauciones a cualquier edad, pero cuando se es adulto mayor hay que prestarle especial atención a esa parte del cuerpo, particularmente si se padece de diabetes, neuropatía o pobre circulación arterial.
 La presidenta de la Sociedad de Médicos Podiatras, Sara López, recuerda  que uno de los peligros para las personas diabéticas es sufrir cortaduras ya que tardan en sanar y puede complicarse con infecciones. 
Por eso es importante que se examinen los pies todos los días. “Como uno se mira la cara, hay que mirarse el pie y ver si todo está bien” , aconseja. Estas personas tienen que procurar  que los zapatos no les aprieten el pie y que no tengan asperezas que los puedan cortar o lastimar.
  Advierte la podiatra que muchas personas que tienen diabetes se cuidan muy bien los pies, pero que aún estas pueden desarrollar neuropatía, que  es una complicación común en estos pacientes, que requiere ser más cuidadosos aún. Y es que la neuropatía implica que no funcionan bien los nervios periféricos - que llevan información hacia y desde el cerebro y de la médula espinal al  cuerpo-. Uno de los mayores riesgos es que la persona pierde la sensibilidad en el pie y no siente si se corta o tienen úlceras. 
      “Si un paciente siente hormigueo de algo que no está ahí, corriente, calambre, frío o calor o siente que está caminando en almohada o flotando, que no siente dónde está el piso, tiene signos gigantescos de que hay algo mal, de que tiene neuropatía, y que debe ir al médico. Muchos de estos pacientes se caen porque no sienten el piso. Se llama propiocepción, es un nervio que le dice al cerebro dónde está el piso. Si ese nervio está dañado por la neuropatía, no sientes,  vas a dar más duro en el piso y eso te destruye las coyunturas y te destruye el pie con el tiempo. Y puede causar un tipo de artritis que le da a los diabéticos. Eso es una degeneración del hueso, que lo causa trauma repetitivo y descontrol del azúcar”, afirma López.
La podiatra explica que no solo los diabéticos pueden sufrir neuropatía, sino personas con  trastornos autoimnunes como lupus y    artritis reumatoidea, enfermedad renal crónica, niveles bajos de vitamina  B12, problemas de circulación en  las piernas, problemas con la tiroides o que  consumen alcohol en  exceso, entre otras circunstancias.
 Agregó que hay dos tipos de neuropatía: la motora, provoca juanetes; y la autonómica, que disminuye la humedad de la piel, lo que provoca que la piel se tueste y se parta. Por esas fisuras pueden entrar bacterias y  desarrollarse una infección.  
Por todas esas razones, recalcó López, esos pacientes tienen que mirarse los pies todos los días,  y así “evitar el riesgo de amputación”. Para ello, también deben mirar los zapatos antes de ponérselos por si les ha caído algún objeto pequeño que les pueda hacer daño. 
La diabetes ha sido la tercera causa de muerte en el País en la pasada década, según datos oficiales. En Estados Unidos, en 1996, la incidencia de amputaciones debido a problemas vasculares fue de 46.19 por cada 100,000 personas, según el “National Limb Loss Information Center”. La tasa de mortalidad  es mayor entre las personas que sufren una amputación, indicó López.   
Mientras que las personas con pobre circulación en las piernas, “va a tener sensación de dolor y de frío en el pie porque no le está llegando oxígeno, y lo que pasa es que si se lastima, se infecta porque no tiene buena circulación y puede venir el problema de amputación”, dice López.
 “Yo identifico esos pacientes y los envío al cirujano endovascular, o al endocrinólogo, si tiene el azúcar descontrolada”, agrega.

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