Un hermoso relato escrito
por Aline Bruzas
Está gris, muy gris, lluvioso, parece que el invierno desempacó sus trastos y se instaló cómodamente.
Todo está en silencio, solo escucho el crepitar de los leños encendidos en el hogar del comedor.
Se fueron todos y me dejaron ese sabor dulce de haber compartido un almuerzo en familia.
Aún puedo sentir en mis oídos las risas de esos tres chiquilines que llenaron la casa de alegría:
__ ¿Abu puedo servir el postre?
__ ¿ Abu cuál es la sorpresa que nos tenés preparada?
__ ¡Abuuuuuu Francisco no me da los auriculares!!!!!!!
__ ¡Abuela yo, nada que ver!!!!!no los agareeeeeeeeee!!!!!
__ Sí mentiroso!!!! los tenés vos!!!!!!
Amorosos soles que llenan nuestras vidas hasta, cuando se pelean...
El asado estuvo a punto.El postre fue "deglutido" sin piedad por todos (son tan dulceros).
Una copa de champaña para brindar ¡Feliz día a los papás!!!!!!
Anécdotas de viajes, autos que se rompían a la mitad de camino, peleas entre hermanos.
__¡Y a vos mamá se te ocurrió parar en el medio de las sierras con 40º grados al sol a comer unas empanadas!!!!!!
__¡Bueno, como iban a estar sin comer!! aún faltaba mucho para llegar.
La vida se nos pasó en un soplo.
Mis tres muchachitos ya peinan canas, mi nieta muere por los "pijamas party"...
Y yo...siento que la vida me ha regalado y me sigue regalando tantas cosas bellas.
Que más puedo pedir...soy feliz..
Aline Bruzas
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